domingo, 29 de abril de 2012

Repensar las prácticas


Analizar  fragmento de texto de Stendhouse
“Qué es la  investigación” Cap. 1                                                                  
                  

“La aplicación primera y más obvia de la ciencia a la práctica reside en la capacidad de predicciones  para proporcionarnos una información acerca del contexto de la acción”

Este breve párrafo plantea para quienes deseamos realizar una investigación en esta área de la educación, la imposibilidad de obtener  resultados predictivos. En el área de ciencias sociales,  los resultados dependerán de subjetividades, de variables que dependen del accionar humano y de condiciones que no son siempre estables. Esto en asì en virtud de la encrucijada en que se encuentran las ciencias sociales y humanas, con la asunción de nuevos paradigmas que demandan un giro cualitativo en el tratamiento de lo social frente al imperio del objetivismo e instrumentalismo, como única vía para la búsqueda del conocimiento. Los paradigmas vigentes presentan una ineficacia extrema a la hora de predecir resultados. Y sobre todo a la hora de ser efectivos en relación a modificaciones en aspectos significativos en el ámbito de la educación. El ámbito educativo pertenece a la esfera de lo humano, de los vínculos. En esencia es una esfera más real concreta que abstracta, cualitativa. Es necesario percibir el ámbito de la educación como un mundo complejo, la mirada y la investigación por lo tanto deben ir en la línea de vislumbrar tales complejidades y no tanto en caer en tecnicismos y predicciones que reducen y impiden ver el fenómeno a estudiar en su total complejidad. Como docentes somos productores y co-productores de sentido en última y por ello no menor instancia, por lo tanto la investigación educativa constituye un aspecto nodal a la hora de pensar nuestras prácticas.
                                                     
Un aspecto positivo del concepto que maneja el autor acerca  que la  “ investigación es ahora una tarea cotidiana” es en relación a la posibilidad de autocrítica. Ya no se recurre a “respuestas” que vienen de otros (autoridad, expertos, etc) sino que es posible buscar las propias respuestas y plantear las preguntas, analizando los problemas en un ámbito multidisciplinario. Los actores educativos son actores sociales y están creando y re-creando permanentemente estos mundos sociales re-significándolos en interacción con los otros y ello requiere a su vez la capacidad de una actitud critica-constructiva que encuentre válida la opción de entender al hombre en su dimensión màs compleja. Colocar al sujeto como la meta de este accionar, como un fin y no como un medio. Hacer de la intersubjetividad una posibilidad concreta en tanto sujetos activos y devolverle al hombre su vida cotidiana, su interacción permanente con su medio social. Al no recurrir a respuestas pensadas por otros desestimamos la idea tan manida de metodologías iguales para todo tiempo /lugar/sujetos. Esas didácticas magnas, a modo de Comenio. Encontramos màs fértil ver al hombre en relación al medio, al lugar donde vive, mundo producido y construido por èl, lugar de significaciones. Espacios de mediación simbólica constituídos por el lenguaje, la familia, la escuela., que actúan como componentes objetivados y subjetivados que necesitan ser explicitados para comprender la vida social.
El contexto educativo es necesario vivenciarlo como una delicada trama de significaciones, de relaciones conceptuales, que dan sentido a las relaciones de la acción socio-educativas. Entonces el abordaje debe repensar las concepciones metodológicas y epistemológicas que pretendan dar lectura y dar respuestas desde una perpectiva que potencie la esencia humana,  y la dimensión política del hombre, en relación permanente con el medio natural y social. Estudiar la realidad social y la educativa con una pespectiva dialéctica parece el modo màs adecuado para realizar las acciones pertinentes que tenga que llevar a cabo el docente-investigador a la hora de intervenir y modificar sus pràcticas cotidianas. De lo contrario se observa una incoherencia básica entre lo que se escribe, lo que se dice y lo que se hace.




martes, 17 de abril de 2012

JURAMENTO HIPOCRATICO


¿Se acuerda de Asclepio? Este personaje pertenece a la mitología griega, los romanos lo llamaron Esculapio. En Grecia se le tenía por dios de la medicina.
Según la leyenda, Asclepio era hijo de Corónide, una bella mortal, y Apolo, uno de los principales dioses del panteón griego. Existen varias versiones sobre el lugar y las circunstancias de su nacimiento. Cuando Corónide queda embarazada, Apolo viaja a Delfos dejándola bajo la vigilancia de un cuervo blanco. Durante su ausencia Corónide lo engaña. El cuervo vuela hasta Apolo y le advierte. Éste maldice al animal condenándolo a vestir el negro absoluto y Corónide paga cara su infidelidad. Apolo manda a que la quemen en la hoguera pero antes abre sus entrañas y extrae a su hijo, Asclepio.
Éste, desde pequeño es instruido en las artes medicinales. Siendo tan habilidoso llegó a dominar con maestría el arte de la resurrección. Tuvo dos hijas, Higía y Panacea.
Higía, diosa de la curación, la limpieza y la sanidad. De su nombre deriva la palabra “higiene”. Se la solía representar como una mujer joven alimentando a una gran serpiente enroscada en torno a su cuerpo. Su hermana, Panacea, fue la diosa de la salud. Ayudaba a su padre a curar y a hacer medicinas. Su nombre está compuesto por pan “todo” y akos “remedio”; de ahí que la palabra en español “panacea” signifique “medicamento a que se atribuye eficacia para curar diversas enfermedades”.
Durante siglos, los médicos al recibirse hicieron el Juramento de Hipócrates en el que se menciona, entre otros dioses médicos, a esta familia:
Juro por Apolo el Médico y Esculapio y por Higía y Panacea y por todos los dioses y diosas, poniéndolos de jueces, que éste mi juramento será cumplido hasta donde tenga poder y discernimiento. […]
Dicho juramento data del siglo V a.c. y recién en 1984 fue actualizado, pues suena un poco arcaico jurar en nombre de dioses propios de la mitología griega.

lunes, 2 de abril de 2012

que nos pediría un autista

Los 20 conceptos fundamentales (Ángel Rivière):



1- Ayúdame a comprender. Organiza mi mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder.
Dame orden. Estructura mi mundo y evitame el caos.

2- No te angusties conmigo, porque me angustio. Respeta mi ritmo. Siempre podrás relacionarte conmigo si comprendes mis necesidades y mi modo especial de entender la realidad.
No te deprimas, lo normal es que avance y me desarrolle cada vez más.

3- No me hables demasiado, ni demasiado deprisa. Las palabras son "aire" que no pesa para ti, pero pueden ser una carga muy pesada para mí. Muchas veces no son la mejor manera de relacionarte conmigo.

4- Como otros niños, como otros adultos, necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien, aunque no siempre lo consiga. Hazme saber, de algún modo, cuándo he hecho las cosas bien y ayúdame a hacerlas sin fallos.
Cuando tengo demasiados fallos me sucede lo que a ti: me irrito y termino por negarme a hacer las cosas.

5- Necesito más orden y anticipación en las acciones. Tendremos que negociar mis rituales para poder convivir

6- Me resulta difícil comprender el sentido de muchas de las cosas que me piden que haga.
Ayúdame a entenderlo. Trata de pedirme cosas que puedan tener un sentido concreto y descifrable para mí. No permitas que me aburra o permanezca inactivo.

7- No me invadas excesivamente. A veces, las personas sois demasiado imprevisibles, demasiado ruidosas, demasiado estimulantes. Respeta las distancias que necesito, pero sin dejarme solo.

8- Lo que hago no es contra ti. Cuando tengo una rabieta o me golpeo, si destruyo algo o me muevo en exceso, cuando me es difícil atender o hacer lo que me pides, no estoy tratando de hacerte daño. Ya que tengo un problema de intenciones, ¡no me atribuyas malas intenciones!

9- Mi desarrollo no es absurdo, aunque no sea fácil de entender. Tiene su propia lógica y muchas de las conductas que llamáis "alteradas" son formas de enfrentar el mundo desde mi especial forma de ser y percibir. Haz un esfuerzo por comprenderme.

10- Las otras personas sois demasiado complicadas. Mi mundo no es complejo y cerrado, sino simple.
Aunque te parezca extraño lo que te digo, mi mundo es tan abierto, tan sin tapujos ni mentiras, tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en él.
No vivo en una "fortaleza vacía", sino en una llanura tan abierta que puede parecer inaccesible.
Tengo mucha menos complicación que las personas que os consideráis
normales.

11- No me pidas siempre las mismas cosas ni me exijas las mismas rutinas.
No tienes que hacerte tú autista para ayudarme. El autista soy yo, ¡no tú!

12- No sólo soy autista. También soy un niño, un adolescente, o un adulto.
Comparto muchas cosas de los niños, adolescentes o adultos a los que llamáis "normales".
Me gusta jugar y divertirme, quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento satisfecho cuando hago las cosas bien.
Es más lo que compartimos que lo que nos separa.

13- Merece la pena vivir conmigo.
Puedo darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las mismas.
Puede llegar un momento en tu vida en que yo, que soy autista, sea tu mayor y mejor compañía.

14- No me agredas químicamente. Si te han dicho que tengo que tomar una medicación, procura que sea revisada periódicamente por el especialista.

15- Ni mis padres ni yo tenemos la culpa de lo que me pasa. Tampoco la tienen los profesionales que me ayudan.
No sirve de nada que os culpéis unos a otros. A veces, mis reacciones y conductas pueden ser difíciles de comprender o afrontar, pero no es por culpa de nadie. La idea de "culpa" no produce más que sufrimiento en relación con mi problema.

16- No me pidas constantemente cosas por encima de lo que soy capaz de hacer. Pero pídeme lo que puedo hacer. Dame ayuda para ser más autónomo, para comprender mejor, pero no me des ayuda de más.

17- No tienes que cambiar completamente tu vida por el hecho de vivir con una persona autista.
A mí no me sirve de nada que tú estés mal, que te encierres y te deprimas.
Necesito estabilidad y bienestar emocional a mi alrededor para estar mejor.
Piensa que tu pareja tampoco tiene culpa de lo que me pasa.

18- Ayúdame con naturalidad y sin convertirlo en una obsesión. Para poder ayudarme tienes que tener tus propios momentos de descanso o dedicación a aquello que te gusta. Acercate a mi, no te vayas, pero no te sientas como si llevaras una pesada carga a tus espaldas. En mi vida he tenido momentos malos pero puedo estar cada vez mejor.

19-Acéptame como soy. No condiciones tu aceptación a que deje de ser autista.
Sé optimista sin hacerte "novelas".
Mi situación normalmente mejora, aunque por ahora no tenga curación.
queridos niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista.

20- Aunque me sea difícil comunicarme o no comprenda las sutilezas sociales, tengo incluso algunas ventajas en comparación con los que os decís "normales".
Me cuesta comunicarme, pero no suelo engañar. No comprendo las sutilezas sociales, pero tampoco participo de las dobles intenciones o los sentimientos peligrosos tan frecuentes en la vida social. Mi vida puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y tranquila. Si no se me pide constantemente y sólo aquello que más me cuesta. Ser autista es un modo de ser, aunque no sea el normal. Mi vida como autista puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya "normal".
En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias